- Navarra se ha marcado el objetivo de ser una región completamente descarbonizada en 2050, en línea con el European Green Deal y el marco estratégico de Energía y Clima del Ministerio para la Transición Energética.
- La estrategia de esta comunidad autónoma destaca respecto a otras por su fuerte compromiso a corto-medio plazo, que marca la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero en un 45% para 2030.
- La estrategia por la transición energética se basa en tres pilares: la eficiencia energética, el autoconsumo y la apuesta por la generación renovable.
“Si crees que la economía es más importante que el medioambiente, intenta aguantar la respiración mientras cuentas tu dinero”. Esta máxima del excomisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca resume bien la visión de la Unión Europea sobre el futuro de la economía: la apuesta por descarbonización es innegociable para cualquier economía que quiera ser verdaderamente sostenible. Y en ese esfuerzo, Navarra quiere ser pionera y líder en la transición ecológica. Estas son algunas de las claves de la estrategia que esta comunidad ha puesto en marcha para consolidar su liderazgo y lograr descarbonizar su economía para 2050.
1. Generación de energía renovable
En la actualidad, el 78% del consumo energético de Navarra proviene de fuentes no renovables. Además, hace años que el consumo energético final procedente de este tipo de fuentes supera el 20%. Este dato ilustra bien el carácter pionero de Navarra en el ámbito de la descarbonización: la Unión Europea estableció para el año 2020 que este índice alcanzase el 20% en el año 2020, pero nuestra región hace tiempo que muestra un desempeño por encima de ese umbral.
En cualquier caso, los planes de las autoridades regionales son mucho más ambiciosos en esta materia. El objetivo para 2030 según el Plan Energético de Navarra Horizonte 2030 es lograr que las renovables cubran el 50% de la demanda energética de la región. Este esfuerzo contribuiría a reducir en un 40% las emisiones de gases de efecto invernadero respecto a las cifras de 1990.
Para lograrlo, uno de los ejes de actuación es aumentar la generación de energía renovable. Según los últimos datos disponibles, Navarra incrementó su generación renovable durante 2021 en un 21,9% respecto al año anterior, alcanzando los 4.271 GWh. Este crecimiento viene impulsado principalmente por la contribución de la eólica, que aumentó su producción en un 34,7%. Para mantener esta buena tendencia uno de los principales ejes de actuación es la concesión de fondos REACT-EU, canalizados a través del Plan de Reactivación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España para impulsar proyectos estratégicos del área.
En este ámbito, el potente ecosistema empresaria de las energías renovables, que incluye líderes mundiales con centro de decisión en Navarra y una floreciente cadena de valor y auxiliar, cobrará un papel protagónico. Grandes multinacionales afincadas en Navarra como Nordex, Siemens Gamesa o Ingeteam y empresas de origen navarro como Acciona, STI Norland, Grupo Enhol, Ríos Renovables, Sungrow e Industrias Barga conforman un sector en auge y con un futuro estratégico, más aún a tenor de la necesidad europea de buscar la autonomía energética, algo que sólo puede hacerse impulsando todavía con más fuerza las energías renovables.
2. Impulso del autoconsumo y aumento de la eficiencia energética
En el ámbito de la eficiencia energética, Navarra ha impulsado la renovación y modernización de edificios públicos y privados, las comunidades energéticas y los planes de descarbonización de polígonos industriales mediante la instalación de sistemas de ahorro energético y la utilización de materiales de alta eficiencia energética.
Uno de los principales atractivos en ese sentido son las desgravaciones fiscales que desde 2018 ascienden hasta un 30% en autoconsumo. Para lograr esa transición, el Ejecutivo ha puesto en marcha diversas líneas de ayudas para impulsar la descarbonización y el fomento del autoconsumo industrial. Una de las actuaciones más relevantes es el programa Energy Berri, presentado hace apenas un mes, que pone a disposición de la ciudadanía y las empresas 92,4 millones de euros para que puedan realizar acciones encaminadas a la transición energética. Gracias a ellas, se podrán disminuir los costes energéticos y apostar por energías renovables. Un presupuesto inédito en la historia y que permea a todos las entidades de la sociedad.
Anteriormente, el Gobierno de Navarra ya había presentado una línea de ayudas dotadas con 350.000 euros para la realización de planes de descarbonización en pymes y grandes empresas del sector industrial. Este será un trabajo de consultoría encaminado a la elaboración de una estrategia global para la consecución de una empresa más sostenible ambientalmente. .
El apoyo institucional está dando sus frutos. Actualmente, ya hay 5.244 instalaciones repartidas a lo largo y ancho de Navarra que cubren una demanda de 94.773 kW. En concreto, el ahorro de energía por autoconsumo fue de 8.340 MWh en 2022.
A nivel industrial existen ejemplos pioneros como el de Scheinder Electric, que ha puesto en marcha la primera microrred eléctrica en una fábrica española; Lizarte, que instaló en su sede 4.000 metros cuadrados de placas solares; Grupo Virto, que invirtió 11 millones de euros a la instalación de placas solares en todas sus sedes; o Cinfa, que con un ambicioso paquete de acciones ha logrado ser la empresa de su sector con menor coste energético por unidad producida.
3. Desarrollo del transporte eléctrico
La transición al vehículo eléctrico es un vector clave para asegurar la descarbonización de las economías. Y, en ese sentido, la apuesta de Navarra, recogida en la ‘Agenda navarra para el impulso de la movilidad eléctrica y sostenible’ es clara y ha permitido que la comunidad autónoma se consolide como la región con mayores ventajas para la transición al vehículo eléctrico.
Según los últimos datos disponibles, de junio de 2022, Navarra se situaba como la primera comunidad autónoma en ejecución del programa de incentivos ligados a la movilidad eléctrica MOVES III (el más relevante a nivel estatal) con un grado de cumplimiento del 73,2%.
Además, Navarra ha sumado casi 18 millones adicionales a su estrategia para la transición a la movilidad eléctrica, lo que ayudará a financiar el acceso a la ciudadanía navarra a la compra de vehículos eléctricos y la instalación de puntos de carga.
La estrategia marca objetivos muy ambiciosos para 2024, como que el 20% de los vehículos matriculados sobre el total anual sean eléctricos o exista una red de 250 puntos de recarga de acceso público (un punto de recarga cada 50 km y 38 puntos de recarga por cada 100.000 habitantes).
A nivel de ecosistema empresarial, destaca la creación de una red navarra de infraestructura de recarga emblemática, con cinco consorcios de I+D+i participando en proyectos piloto; la implantación de dos proyectos demostrativos; y la captación de financiación para I+D regional, nacional y europea para la implementación de los proyectos.
Según los últimos datos disponibles, los incentivos ya están convenciendo a los usuarios navarros, puesto que el 11,09% de los turismos matriculados en Navarra en 2022 fue eléctrico. Esta cifra supone un crecimiento del 20% respecto al año pasado. Y, más importante aún, supone el mayor porcentaje de coches eléctricos matriculados en toda España.
4. Proyectos e iniciativas pioneras
La descarbonización de la economía requerirá un impulso claro de la innovación y el desarrollo. En ese sentido, en Navarra se están impulsando proyectos dirigidos al desarrollo de tecnologías en auge o con gran potencial como el hidrógeno o los sistemas avanzados de almacenamiento energético. En el ámbito del hidrógeno verde, señalado como una de las tecnologías más prometedoras para hacer realidad la descarbonización de la economía por la mayoría de expertos, el Ejecutivo se ha marcado el objetivo de instalar 150MW de producción de hidrógeno verde para 2030 en Navarra y que esta fuente de energía sustituya un 5% del consumo industrial de gas para esa misma fecha.
Destacan dos proyectos actualmente en marcha y que han sido incluidos en el proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) específico sobre energías renovables, hidrógeno verde y almacenamiento (ERHA).
El primero de ellos es una iniciativa de la Ciudad Agroalimentaria de Tudela (CAT) que aspira a ser un proyecto referente mundial en una tecnología tan prometedora como el hidrógeno verde. En concreto, el proyecto ‘GreenH2CATudela’ contempla la construcción de una planta con una potencia de electrólisis inicial de 3,2 MW en una primera fase piloto, ampliable posteriormente a 10 MW. Esta planta está llamada a suministrar energía a las empresas de la CAT en un 70%, pero también al conjunto de industrias de la comarca de la Ribera del Ebro con los excedentes restantes.
El segundo gran proyecto, liderado por Nordex, persigue diseñar y fabricar electrolizadores alcalinos que ofrezcan un buen nivel de rendimiento y durabilidad conectados a fuentes de energía variables como las renovables. El proyecto pretende desarrollar una nueva generación de electrolizadores que permita el desarrollo de un mecanismo de electrólisis alcalina que funcione de una manera continua y sin oscilaciones en la producción de energía.