Hace 15 años, cuando la economía circular era aún un concepto poco popular en el ámbito empresarial, las entidades y empresas de la región de Navarra ya trabajaban para hacer de la comunidad un territorio referente en este ámbito. En esta última década, la estrategia implementada ha dado como fruto el posicionamiento de Navarra como referente internacional en este ámbito. Estas son las cinco razones que explican que el territorio se haya consolidado como un líder sectorial.
1. Apoyo institucional
La sostenibilidad es una prioridad transversal en la estrategia de especialización inteligente (S4) impulsada por el Gobierno de Navarra, y en su reto número siete remarca la economía circular como factor clave para facilitar la transición ecológica en las empresas navarras.
La estrategia en economía circular se materializó en 2019 con la Agenda para el desarrollo de la Economía Circular en Navarra (ECNA 2030), una hoja de ruta que concreta en objetivos y líneas de trabajo la apuesta de Navarra por la sostenibilidad, incluyendo la transición a la economía circular.
El documento propone acciones concretas en los sectores prioritarios que ha establecido la estrategia de especialización inteligente y señala siete elementos clave: priorizar los recursos regenerativos, conservar y extender lo que ya está hecho, utilizar los residuos como recurso, reconsiderar el modelo de negocio, diseñar para el futuro, incorporar la tecnología digital, y colaborar para crear valor conjunto.
Además, Navarra participa en numerosos proyectos transfronterizos inspirados por numerosas estrategias europeas, como SCREEN, una iniciativa dirigida impulsar la transición a la economía circular en las regiones de la UE en el contexto de sus estrategias de especialización inteligente optimizando los fondos H2020, INTERREG Europe SME Organics, cuyo objetivo es mejorar las políticas y los programas regionales para mejorar la competitividad y la sostenibilidad de las pymes en el sector orgánico de siete regiones de la UE o INTERREG Europe LCA4Region, iniciativa que busca implicar a las autoridades gubernamentales en la mejora del ciclo de vida de los productos para lograr una mejor implementación de políticas públicas en base a los objetivos de sostenibilidad declarados, adoptando uso más eficiente de los recursos naturales para reducir los efectos secundarios no deseados (spill-overs) que generan impactos económicos y ambientales negativos.
2. Colaboración público-privada
Uno de los principales ejemplos de la apuesta institucional en Navarra por la economía circular es la iniciativa Navarra Zirkular, un proyecto que busca acompañar a las empresas en la transformación de sus procesos mediante el apoyo en el diagnóstico, el acceso a formación y la emisión de certificaciones, además de generar espacios para la colaboración, el intercambio de buenas prácticas y el desarrollo de proyectos colaborativos.
Esta iniciativa persigue ambiciosos objetivos para 2030, como contar con al menos 200 empresas adheridas, alcanzar al menos 75 proyectos en economía circular individuales o colaborativos, analizar y diagnosticar seis cadenas de valor e impartir formación a, al menos, 200 estudiantes y 100 personas trabajadoras de la administración pública y de empresas privadas.
En las últimas semanas, los responsables del proyecto han hecho público el catálogo de empresas adheridas hasta la fecha, que ya suma más de medio centenar de ejemplos en distintas fases de la cadena de valor. Todas las empresas incluidas tienen en común que sus procesos, productos o modelos de negocio ejemplifican la transición hacia la economía circular.
3. Empresas líderes
El contexto socioeconómico, el cambio de paradigma en los hábitos y preferencias de clientes y usuarios y el clima favorable en Navarra ha propiciado la emergencia de numerosas empresas líderes en el ámbito de la economía circular.
Un ejemplo de ello es Aspace Navarra, una entidad sin ánimo de lucro que trabaja para mejorar la calidad de vida de niños con parálisis cerebral y discapacidades afines. En los últimos años ha impulsado iniciativas como Ecointegra, una planta de tratamiento de residuos que favorece la reutilización de aparatos eléctricos y electrónicos y hasta la fecha ha recuperado 65.000 toneladas, dando empleo a 65 personas. También son responsables del proyecto Biointegra, que ha permitido que nueve personas elaboren productos lácteos como quesos o yogures revalorizando los desperdicios en una planta de tratamiento de residuos (Ecointegra) y empleando energías de origen renovable y envases biodegradables.
En el ámbito industrial destaca SKF Tudela, una multinacional proveedora de automoción que ha puesto en marcha un sistema para la regeneración de aceites industriales con líneas de transformación que evitan que se oxide, prolongando su vida útil de forma casi ilimitada con su tecnología patentada DST Integrated. Este sistema supone un ahorro para la empresa, reduce su impacto medioambiental e incrementa la productividad.
Algunas empresas han fundamentado su modelo de negocio en una actividad 100% circular. Destaca Aislanat, una compañía que recoge al año cerca de 2.000 toneladas de papel de periódicos limpios y los tratan y comercializan como aislante de celulosa, que venden tanto en España como en otros países como Francia o Uruguay, o BeePlanet Factory, fabricantes de soluciones de almacenamiento energético a partir de baterías de ion litio procedentes de vehículos eléctricos. Otro ejemplo es Navarpluma, una firmaafincada en Orkoien que produce plumón de pato y oca para fabricantes textiles. Además de haber diseñado un proceso productivo 100% circular, en los últimos años ha lanzado una nueva línea de relleno alternativo sostenible y, además, ha firmado acuerdos con fabricantes para la recogida de plumones procedentes de ropa usada para su procesado y transformación en rellenos.
4. Proyectos referentes
Además de los esfuerzos concretos de empresas y entidades públicas, la apuesta por la convergencia público-privada se ha materializado en proyectos colaborativos muy ambiciosos. Estos se han llevado a cabo en sectores como el agroalimentario o el de envases.
Debemos hacer mención a CircFood, un proyecto navarro de I+D para dar valor añadido a residuos agroalimentarios en el que participan las empresas Urzante, Harivenasa, IAN, Ingredalia, Nucaps e Isanatur con el apoyo de los centros de investigación CNTA y AIN. La iniciativa busca dar solución a subproductos de origen vegetal, ricos en compuestos bioactivos (CBAs) y convertir residuos industriales en materia prima de explotación industrial.
También destaca Ecocirplas, un proyecto para reciclar plástico del campo que cuenta con la participación de UAGN, UCAN, Grupo AN,
ITER investigación y Solteco. Actualmente, en Navarra se utilizan 2.367 toneladas anuales de plásticos agrícolas, que en su mayor parte terminan en el vertedero, y el objetivo del proyecto es optimizar la cadena de valor para favorecer la reutilización y circularidad de estos materiales.
Empresas, centros de investigación y unidades de I+D empresariales de Navarra participan en el proyecto Zero Plastics, cuyo objetivo es investigar envases no plásticos, biodegradables, reciclados y reciclables 100%, y que garanticen las propiedades de los alimentos. Este proyecto cuenta con la colaboración de Naitec, Solidus Solutions, Global Local Solutions, Goikoa, Florette, Palacios, Exkal y Viscofan y está financiado con 2,6 millones de euros por el Gobierno de Navarra.
Actualmente ya están investigando soluciones multicapa fabricadas con cartón de recubrimientos biodegradables, biobasados y/o reciclables. La principal novedad que aporta Zero Plastics respecto a otras iniciativas es que trabaja con el cartón sólido como material base, prescindiendo
del uso de plásticos como material estructural del envase.
5. Espacios únicos
Además de empresas y entidades comprometidas con la economía circular, Navarra cuenta con espacios e infraestructuras que permiten poner en marcha iniciativas y proyectos referentes.
Un ejemplo es la Ciudad Agroalimentaria de Tudela, un parque empresarial único creado para acoger a empresas del sector agroalimentario de Navarra y que se ha marcado como prioridad alcanzar en 2030 la neutralidad climática.
Actualmente, sus responsables se encuentran trabajando en una hoja de ruta para que las empresas del sector agroindustrial compartan instalaciones y servicios de forma sostenible para ser más competitivas, conformando una economía más sostenible y baja en carbono. Uno de los principales atractivos para las empresas de la CAT es una Central de Infraestructuras Comunes (CIC), donde se encuentra una planta de trigeneración, en la que se produce vapor, agua caliente, agua fría y electricidad, con una eficiencia energética cercana al 80%.
La propia CAT aloja Oleofat, una empresa dedicada a valorizar subproductos y residuos grasos para darles una segunda vida en distintas aplicaciones, procesando más de 45.000 toneladas de residuos que servirán para producir biojet, un biocombustible sostenible y ecológico para el sector de la aviación que permitirá reducir la huella de carbono en este sector.
Otro espacio diferencial de Navarra es el Parque de Economía Circular, ubicado en la finca Bordablanca de Josenea. Esta empresa, dedicada a la producción y comercialización de infusiones, tés, y secado de frutas, busca reinsertar a personas en exclusión social. Toda la actividad realizada en Josenea es circular y sostenible, incluyendo el ciclo del agua, el de la energía y el de los residuos.
El próximo gran hito de Josenea en su finca de Bordablanca será un parque de la economía circular de Navarra, cuya apertura se prevé para 2023. Este espacio, único en Europa, impulsará la divulgación y práctica real de la economía circular y aunará cultivos, invernaderos, secaderos, compostaje, gastronomía y venta de producto de cercanía. Y, sobre todo, atraerá riqueza y ayudará a dinamizar un territorio amenazado por la despoblación.