Llegó a la Comunidad foral en 1959. Y aunque ha desarrollado su actividad bajo distintas denominaciones, la factoría conocida en tiempos como ‘La Galletera’ se ha convertido en todo un símbolo de desarrollo, crecimiento y empleo para Navarra. Muestra de ello son algunos de los logros e hitos conseguidos en este tiempo. Entre todos ellos, sobresale haber sido el centro desde el que se produjo para Europa, por primera vez, las conocidas galletas Oreo. Sin embargo, como expresa su máximo responsable, Filippo Mauri, su vinculación con el territorio “va más allá”. Un concepto que el Senior Director Manufacturing Cluster Bakery Spain and Italy de Mondelēz International desarrolla en la siguiente conversación.
Formamos parte de Viana desde 1959 por lo que muchas de sus generaciones han convivido con nuestras marcas, algo de lo que nos sentimos muy orgullosos. No solo eso, hemos promovido acciones de carácter social con el objetivo de aportar valor y mantenemos una vinculación muy estrecha y directa con las instituciones municipal y foral.
En un ámbito más económico, actualmente producimos más de 50.000 toneladas de galletas al año bajo algunas de las marcas más reconocidas como Oreo o Fontaneda. De esa cantidad, un 70 % se destina a exportación, de tal forma que se distribuye en 35 países diferentes. Además, solo en los dos últimos años, por ejemplo, el volumen de nuestra planta ha crecido casi un 24 %.
Por otro lado, empleamos a más de 500 personas de más de 20 nacionalidades. El compromiso que mantenemos con la inclusión y con la diversidad se ha convertido en uno de nuestros principales valores, junto con nuestra apuesta decidida por apoyar y fomentar el talento local. La conjunción de todos esos factores nos ha permitido incrementar de forma sostenible y exponencial nuestro porfolio de productos al tiempo que nos ha convertido en un actor relevante a nivel local y global.
Nuestra línea de Oreo supone la mitad de lo que producimos en esta factoría. Navarra, por tanto, desempeña un rol fundamental en todo lo que tiene que ver con esta plataforma. En realidad, Viana está creciendo en torno a las Oreo y, ya a un nivel más local, con los productos Fontaneda.
Tenemos varios. Así, en cuanto a la demanda, debemos adaptarnos a lo nos dicta el mercado para poder mantener nuestra posición de referencia. Igualmente hay otros desafíos no menos importantes y que, en gran medida, son comunes dentro de nuestro sector.
Me refiero, por ejemplo, al tema de la sostenibilidad y la necesidad de impulsar modelos circulares. Aquí tenemos un proyecto de digitalización y modernización de todos los procesos para convertir a Viana en una planta “cero papel”, que sea líder en el uso y aplicación de herramientas digitales a nivel europeo.
El otro gran tema pendiente tiene que ver con los costes energéticos. Nuestra intención es instalar un horno eléctrico que ayude a reducir nuestra huella de carbono. Es una muestra más del compromiso que, como multinacional, Mondelēz mantiene con el cuidado del medio ambiente.
Contamos con el respaldo de nuestro grupo multinacional en tres aspectos. En primer lugar, nos apoya con las inversiones necesarias para que la fábrica de Viana siga liderando el sector. Además, implementa la tecnología puntera que requiere nuestro sistema de trabajo y, por último, facilita una innovación permanente en el porfolio de nuestras marcas, ya de por sí muy consolidadas entre los consumidores.
Por lo que respecta a 2025, nuestro objetivo es mejorar las infraestructuras y favorecer una transformación digital, así como de la automatización de nuestros procesos industriales.
No es casualidad que llevemos más de 60 años en la región y que continuemos siendo una planta de referencia para Mondelēz International. Hay numerosos aspectos que hacen de este territorio un excelente punto de producción y el talento, sin duda alguna, es uno de ellos.
Nuestra empresa actúa como eje vertebrador de las comunidades en las que está presente. En Navarra estamos en permanente contacto con el Ayuntamiento de Viana y mantenemos una excelente relación con el Ejecutivo foral. Sin ir más lejos, esta pasada primavera, contamos con la visita institucional de la presidenta de Navarra, María Chivite, acompañada de la alcaldesa de la localidad.
Como he señalado antes, el apoyo que hemos recibido por parte de la Comunidad foral durante el medio siglo que llevamos desarrollando nuestra actividad en este territorio ha contribuido a nuestro crecimiento y evolución.
A partir de ahí, Navarra debería continuar recibiendo con los brazos abiertos a las nuevas multinacionales que lleguen, y seguir cuidando de las que ya estamos aquí. Su enorme espíritu colaborador debe mantenerse activo ya que es fuente de evolución y crecimiento para todas las partes implicadas.
Por su parte, la inversión en formación y, en particular, en formación digital, así como en talento (incluido aquel con vocación internacional) es y será clave para continuar reforzando el posicionamiento de las multinacionales con presencia en la Comunidad foral.
