El proyecto que maneja la empresa riojana de encurtidos y aceitunas incluye el mantenimiento de los 70 puestos de trabajo. También centralizar en dicho centro de trabajo la producción de casi un millón de kilos de guindillas producidos por agricultores de la zona. “Su ubicación así como el espacio que nos ofrece de 55.000 metros cuadrados de los que 17.000 son útiles nos abre un abanico enorme de posibilidades”, confirmaron los responsables de la firma agroalimentaria.
Comercial Rioverde adquirió este pasado verano las antiguas instalaciones de Conservas Bajamar en Carcastillo. “Decir Navarra en el resto de España es hablar de sus verduras. Bajamar está ahí, tiene ya un nombre y nuestra intención es potenciarla. Para atrás, ni para tomar impulso”, aseguró su director general, Rafael Torres para explicar el papel que desempeñará la empresa navarra en el futuro más inmediato de su compañía.
En ese sentido, la de Bajamar no fue la única compañía comprada recientemente por la empresa con sede en Logroño, donde emplea a 135 personas y que el pasado año facturó cerca de 25 millones de euros.
Así, también adquirieron la sociedad manchega ‘Calzada’ dedicada al encurtido de la berenjena de Almagro. Todo ello con el propósito de incrementar su volumen de producción para poder ofrecer más referencias con las que llegar a nuevos mercados, al margen del nacional. En este último son líderes destacados en producción de encurtidos y guindillas con más de 40 millones de tarros de cristal elaborados, la mayoría de 180 gramos.
Fuente: Diario de Navarra