CNTA (Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria) participa en el proyecto SUREFISH para controlar el origen del pescado, y colabora con el Grupo Operativo GO Global Dimension SENSOLIVE_OIL, destinado a facilitar la clasificación objetiva de los aceites vírgenes de oliva.
CNTA está llevando a cabo diferentes iniciativas para evitar la proliferación de estafas en la industria agroalimentaria. En la actualidad, en el centro tecnológico cuentan con tecnologías “tan vanguardistas” como la espectroscopía FT-IR, que permite identificar la familia química de una sustancia de forma específica; y la espectroscopía de masas, que determina la distribución de moléculas de una sustancia en función de su masa.
Estas tecnologías fueron presentadas por la entidad navarra en el marco de la Conferencia Internacional Effost 2022.
De forma paralela a su labor de investigación, CNTA mantiene abiertas otras líneas de trabajo. Una de ellas se enmarca en el proyecto SUREFISH, financiado por PRIMA. Su propósito es el desarrollo de una herramienta objetiva para controlar el origen del pescado, su frescura y si ha sido previamente congelado durante su almacenamiento.
Una vez completado, ayudará a los organismos de certificación y grandes distribuidoras a detectar fraudes como el atún rojo congelado que se vende como fresco o la comercialización como anchoa del Cantábrico de una especie que, en realidad, procede del Mediterráneo.
Además, CNTA colabora con el Grupo Operativo GO Global Dimension SENSOLIVE_OIL para crear una herramienta “estándar, neutral y replicable”, que permita objetivar la categorización de aceites de oliva entre ‘virgen extra’, ‘virgen’ y ‘lampante’. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) financia esta iniciativa, que pretende perfeccionar los actuales modelos de predicción, así como optimizar el coste y tiempo destinados al proceso de clasificación.
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