Entre el 25 y el 35 % de todos los coches que se venderán en la próxima década serán híbridos, enchufables o totalmente eléctricos.
En esa radical transformación, la región de Navarra, en España, tendrá un papel protagonista. El Grupo Volkswagen anunció su intención de invertir más de 7.000 millones para llevar a cabo la electrificación de sus plantas de producción en España, entre las cuales figura la de Landaben (Navarra), donde se prevé que se fabricarán dos SUV eléctricos de distintas marcas.
Este anuncio refuerza la apuesta del Gobierno de Navarra, que en su Estrategia de Especialización Inteligente señala la movilidad eléctrica como una de las prioridades temáticas en el desarrollo económico de la región.
Navarra, en el noroeste de España, es uno de los enclaves estratégicos de la automoción en el sur de Europa. En una región de poco más de 10.000 kilómetros cuadrados y unos 650.000 habitantes, las cifras de la industria revelan que se trata de un sector muy relevante: 112 empresas, 13.000 empleos y una facturación anual cercana a los 6.500 millones de euros.
El origen de esta fecunda industria data de 1965, cuando la empresa española-británica Authi construyó una planta de producción en la localidad navarra de Arazuri, situada al oeste de Pamplona. Allí se produjeron dos modelos de Mini hasta el año 1975. Posteriormente la fábrica fue objeto de sendas adquisiciones, primero por Seat y, en 1984, por Volkswagen, que actualmente fabrica en ella tres de sus modelos más conocidos: Polo, T-Cross y Taigo.
Con el tiempo, Volkswagen Navarra ha ido incrementando su producción hasta convertirse en la mayor empresa de la región por facturación, con más de 3.000 millones de euros, y en torno a ella se ha ido generando un importante tejido que cubre diferentes eslabones de la cadena de valor tradicional, con fuertes TIER1 y TIER2 de producto, además de empresas proveedoras de servicio.
Hoy en día, la automoción navarra es mucho más que Volkswagen, con una fecunda red de empresas fabricantes que exportan a todo el mundo. No en vano, la automoción es y ha sido en los últimos años el mayor sector exportador de la región con más del 46 % del total de exportaciones en Navarra. En este tejido, destaca la fuerte presencia de empresas del subsector de plástico, además de otras empresas de productos metálicos y de remanufactura de componentes.
Un papel protagonista en la electrificación del sector
Se calcula que entre el 25 y el 35 % de todos los coches que se venderán en la próxima década serán híbridos, enchufables o totalmente eléctricos. Además, según el informe ‘El futuro del talento en la industria del talento y la movilidad’, elaborado por Adecco Automotive, dieciocho millones de vehículos altamente autónomos estarán operativos por todo el mundo.
En esa radical transformación, el tejido de Navarra tendrá un papel protagonista. Recientemente, el Grupo Volkswagen anunció su intención de invertir más de 7.000 millones para llevar a cabo la electrificación de sus tres plantas de producción en España, entre las cuales figura la de Landaben (Navarra), donde se prevé que se fabricarán dos SUV eléctricos de distintas marcas.
Este anuncio refuerza la apuesta del Gobierno de Navarra, que en su Estrategia de Especialización Inteligente señala la movilidad eléctrica como una de las prioridades temáticas en el desarrollo económico de la región.
Los expertos navarros del sector aseguran que esta apuesta estratégica dará un impulso añadido a un sector ya de por sí muy avanzado. “La movilidad sostenible, el vehículo eléctrico y el autónomo son tendencia de futuro y suponen un claro ámbito de crecimiento e innovación”, señala Patxi Ceberio, director general de Frenos Iruña, empresa navarra fabricante de sistemas de freno para la industria de la automoción.
Roberto Lanaspa, presidente del Clúster de Automoción de Navarra y vicepresidente de KWD, multinacional alemana que en Navarra fabrica módulos soldados destinados al sector de la automoción, asegura que «al tejido auxiliar se le abren unas expectativas de futuro muy importantes y para las que está más que preparado».
En ese sentido, la fuerte colaboración que se produce en Navarra entre agentes y empresas del sector puede ser un valor añadido para el desarrollo de la industria. Así lo confirma Julián Jiménez, director de SKF Tudela, la planta de producción donde la multinacional sueca fabrica rodamientos para el sector de la automoción. Jiménez asegura que “con tecnología, digitalización y sostenibilidad”, el tejido productivo navarro “puede hacer productos al mismo coste, si no mejor, de los que se elaboran en Asia”.
Innovación y eficiencia de procesos
La clave de competitividad que refieren los expertos consultados está en buscar aquellos factores que aporten diferenciación y valor añadido. Lanaspa, por ejemplo, defiende la innovación y la eficiencia de los procesos como fuente de diferenciación y resalta que “la transformación digital debe llegar a todos los procesos productivos y la cadena de valor”.
Para lograr esa transformación digital, la estrategia de Especialización Inteligente del Gobierno de Navarra recoge líneas de trabajo específicas como el desarrollo y sofisticación de componentes para vehículos a partir de la sensorización, las comunicaciones entre los propios componentes y/o con infraestructura de Smart Cities, la integración y agrupación de piezas y componentes para conformar proveedores de módulos y sistemas de mayor valor añadido, la servitización de modelos de movilidad y de suministro energético o el impulso de los sistemas de almacenamiento de energía, sistemas de recarga, gestión energética (V2X) e integración en redes de generación de energía renovable.
En todos esos proyectos, las entidades navarras vinculadas a la innovación tendrá un papel protagonista. Todos los agentes de la Industria son conscientes que el desarrollo del ecosistema de movilidad en Navarra está vinculada a la investigación y a la transferencia de conocimiento tecnológico entre el Sistema Navarro de Innovación (SINAI) y la industria.
En este contexto, la colaboración entre la Universidad Pública de Navarra (UPNA) y Naitec, centro tecnológico especializado en el sector de la automoción y mecatrónica, se ha demostrado especialmente fértil en diversos proyectos colaborativos desarrollados en los últimos años. Entre los proyectos puestos en marcha en este ámbito destaca Naveac Drive-Lab, un proyecto impulsado por el Gobierno de Navarra y financiado con 4,4 millones procedentes de fondos React-EU, que busca desarrollar infraestructuras tecnológicas de testeo en torno al vehículo eléctrico y que liderará Naitec.
Estrategia para la captación de talento
La transición hacia la movilidad eléctrica en el sector de la automoción precisará trabajadores capacitados en automatización, robótica e Inteligencia Artificial (IA).
Para asegurar la captación de esos perfiles, el Gobierno de Navarra, a través del Departamento de Universidad, Innovación y Transformación Digital, anunció recientemente un esquema de financiación plurianual para la atracción y retención de talento investigador según las necesidades de agentes claves en la generación de conocimiento del Sistema Navarro de Innovación (SINAI).
Este plan incluye tres proyectos pioneros para la atracción y retención de talento científico y tecnológico en los que Navarra invertirá 7 millones de euros en los próximos cinco años. El primero de ellos, WIT, es un programa de Doctorado Internacional para la atracción de talento a través de 16 contratos predoctorales para desarrollar proyectos de investigación individuales en las áreas estratégicas de Navarra, incluyendo Automoción-Mecatrónica, con la Inteligencia Artificial como área transversal.
Por otra parte, el proyecto ANDIA está diseñado para facilitar la contratación de investigadores e investigadoras con trayectoria internacional y de excelencia en las universidades y centros de investigación. Entre otros requisitos, se exigirá una experiencia contrastada en publicaciones científicas internacionales, así como estancias en centros internacionales.
Por último, el programa Investigo regará con 2 millones de euros a las entidades que integran al Sistema Navarro de I+D+i (SINAI) para que puedan incorporar a 76 personas jóvenes investigadoras menores de 30 años en los próximos dos años.
Una transformación basada en la sostenibilidad
Otro aspecto diferenciador de la estrategia navarra para convertir a la región en referente en el ámbito de la movilidad eléctrica es su apuesta por métodos de producción sostenibles. No en vano, la Estrategia de Especialización Inteligente marca la transformación de la cadena de valor de proveedores de Volkswagen hacia un modelo digital, flexible y sostenible.
Esa apuesta por la producción sostenible ya tiene algunos ejemplos tangibles, como el de la factoría de la multinacional SKF en Navarra. Esta delegación fue la primera del grupo en convertirse en una factoría sostenible, con mejoras del 49,5 % en el ahorro de la energía, eliminación del gas como principal fuente de energía o una rebaja drástica en el consumo del agua del 79 %, tras pasar de un uso de 80.000 metros cúbicos en 2012 a los escasos 20.000 actuales.
Además, ha invertido tres millones de euros en un centro donde cada año se tratarán entre 6.000 y 8.000 toneladas de aceite industrial procedente de otras empresas, con un sistema capaz de eliminar las nanopartículas responsables de la oxidación de los aceites y alargar su vida útil.
Algo similar ocurre con la planta navarra de KWD, “la más avanzada de todo el grupo en innovación, Industria 4.0 y productividad”, según remarca su vicepresidente.
Y todo ello sin olvidar el reciente lanzamiento del Taigo en Navarra, el mejor lanzamiento en la historia de Volkswagen. Todos estos ejemplos llevan evidencian el potencial que posee la Comunidad foral en el ámbito de la automoción y la movilidad del futuro.